Barbie representa todos los modelos femeninos. Por eso, ha creado la colección Grandes mujeres, que rinde homenaje a increíbles heroínas de todos los tiempos: mujeres valientes que se arriesgaron, cambiaron las reglas y abrieron el camino a las generaciones posteriores de niñas, que aprendieron a perseguir sus sueños hasta alcanzarlos. Durante su infancia, que tuvo lugar en White Sulphur Springs (Estados Unidos), Katherine Johnson demostró ser muy curiosa y brillante con las palabras y los números. Al tratarse de una niña prodigio, entró en el instituto a la edad de 10 años y se graduó «summa cum laude» en la universidad cuando solo tenía 18 años en matemáticas y francés. A mediados de la década de 1950, se unió a un equipo de mujeres afroamericanas contratado por la NASA para trabajar como computadoras humanas. Katherine calculó la trayectoria hacia el espacio del primer vuelo tripulado de la NASA. Sus cálculos perfectos ayudaron a asegurar que los astronautas de la nave Apolo aterrizaran y volvieran sanos y salvos de su viaje a la Luna. Era capaz de ofrecer unos resultados tan precisos y fiables, que cuando la NASA comenzó a usar ordenadores, le pidieron a Katherine que comprobara si sus cálculos eran correctos. La muñeca Katherine Johnson de la serie Grandes Mujeres de Barbie rinde homenaje a los logros de esta pionera que superó barreras de raza y género. Igual que las trayectorias calculadas por Katherine, su contribución a la ciencia sigue animando a los jóvenes a estudiar matemáticas y ciencias para alcanzar un día las estrellas.
